¿Me lo dices o me lo cuentas?

Buenas de nuevo queridos lectores, seguramente os habréis estado preguntando dónde sickles habré estado metida ¿en la biblioteca? pueees... a decir verdad sí que he estado ahí metida, cual ratoncillo devorando libros, pero no es de eso de lo que he venido a hablaros, aunque pensándolo bien mucho podría contar de un lugar tan hermoso y acogedor de este nuestro colegio, pero bueno que me voy por las ramas, además de pasarme las horas muertas estudiando, he hecho un reportaje de investigación de lo más peligroso.

Dispuesta a revelaros todo lo que se cuece entre los muros de este castillo, incluso en los lugares sólo aptos para algunos privilegiados, no dude ni un momento en fundirme con el entorno para apuntar todo lo que ocurre en lugares tan altamente vigilados...

Comencemos con uno de los grupos más secretos y a la vez más conocidos del castillo. ¿Quien no ha oído hablar del ultrasecreto “Club Slug”?, ¿qué tu no has oído hablar de él? ¡cómo es posible! a claro, que tu eres de los que se sientan en las últimas filas de la clase, y mientras habla el profesor te imaginas volando en tu escoba. Pues estate atento a todo lo que tengo que contarte.

Este club, está reservado a las más despiertas mentes de nuestro colegio (aunque en mi opinión algunos han entrado más por enchufe que por inteligencia, y no quiero mirar a nadie como cierta niñita mimada que más que una niña parece una muñeca de esas de porcelana que dan grima ). Y qué es lo que se hace en esas reuniones os preguntareis ¿hablar de Artimancia? ¿de la política actual del mundo mágico? ¿se reconstruyen cadenas químicas con lacasitos? pues esto último se propuso, pero no llegó a cuajar (sigo sin entender la razón ). No queridos lectores, se come, se baila y hasta se juega al escondite y a las adivinanzas. Sisisisisi, como lo estáis leyendo ¿y entonces porqué hay que ser tan listo para entrar? seguro que esa pregunta está rondando vuestras pequeñas mentes envidiosas. Pues porque así es la vida, sólo los más listos alcanzaran los puestos de poder más elevados y controlaran el mundo, wuajajaja (uy! creo que se me pego algo de cierto integrante del club)

Corramos un tupido velo, y continuemos con otro de los grupos privilegiados del colegio: Los redactores. ¿Qué se debate en las reuniones del periódico? los artículos a publicar contestaréis. Pues así debería ser, aunque hay que decir que últimamente debatir, lo que se dice debatir, se debate poco, porque más que una redacción de un periódico parece un cuartel militar. Nuestra querida y amadisisima directora pincha y corta todo lo que ocurre en el periódico y si te descuidas te pincha y corta a ti como se te ocurra decir una palabra de más de su queridísima casa. Y es que muchos hemos llegado a la conclusión de que cuando te nombran directora, el gen recesivo Umbridaco se activa haciéndote controlarlo todo. Aunque sigue habiendo algún que otro redactor con memoria de pez que se olvida de en que día vive (Anne hoy es Domingo )

Pero no es sólo eso lo que ocurre entre los papeles del periódico. Las lechuzas no paran de revolotear a nuestro alrededor, picando y soltando... regalitos por todos lados. Los elfos se han puesto en huelga y se niegan a limpiar la redacción, y nos hemos visto obligados a trabajar con chubasqueros y botas de goma. Por no hablar de la omnipotencia, ¿o era omnipresencia? de dos de nuestras compañeras, ojito con lo que hacéis que se enteran de todo.

Y terminemos este artículo con uno de los grupos más nuevos del colegio: El coro. He de decir que para lograr infiltrarme en este grupo, tuve que echar mano de las clases de costura de mi tía abuela Peggy, y disfrazarme de sapo cantor (lo que sea por los lectores). Saltito a saltito, logre infiltrarme en la sala de ensayos y esconderme en un rincón oscuro, esperando que todos cogiesen sus instrumentos y se pusiesen a ensayar ¡cuál fue mi sorpresa al ver que en lugar de ensayar hacían carreras de sapos! no voy a entrar en detalles, pero os aseguro que no son tan monos como parecen a simple vista.