El regreso

No, no es una alucionación producida por el sosiego y aburrimiento que produce esta situación. Hemos vuelto. Sí, así es. Los reporteros nos hemos armado de nuevo con tinta, plumas y pergamientos para regresar a la batalla, al periódico. Durante todo este tiempo hemos estado parados debido a las circunstancias que rodean Hogwarts, pero nos hemos cansado de esperar. Pero no, no coordinaremos ni escribiremos desde la Redacción, debido al peligro que se supone que acecha fuera de nuestras Salas Comunes, A Vuelapluma se dirigirá desde nuestras Salas Comunes, así que no nos busquéis en la Redacción, pero podéis seguir mandando lechuzas al periódico, que nuestras lechuzas ya están enteradas.
¿Y ahora qué? Os preguntaréis, pues a partir de ahora vamos a usar A Vuelapluma para contar nuestras propias experiencias durante este calvario, o para dar más información y noticias frescas sobre la situación en el Castillo. También podéis mandar cartas a nuestro periódico para que las publiquemos y vuestros amigos de otras Casas sepan cómo estáis y cómo es la situación por vuestras zonas.

S l y t h e r i n
[por Fiorella Pinkstar]

Me siento agitada y molesta, es que después de semanas enteras de estar comiendo solo chuches por el encierro en la sala común , me debo unas cuantas sesiones de salto sobre la cama para no salir rodando por...por las escaleras. Sí, ojalá pudiera decir por la puerta de la Sc.
El nido de víboras en el que vivo, siempre tan tranquilo y acogedor, se vió algo agitado esta última semana, y no hablo de invasiones lobunas, es que una plaga peor ha atacado a los slytherins, y es la cantidad de Mercieres que han venido a estudiar a este colegio. Yo me pregunto ¿Los hacen por cantidad?.
En fin, creo que es preferible encontrarse con ellos que con los gatos, y creedme, parece que las serpientes y los gatos son grandes amigos, ya que en esta sala común haces dos pasos y te cruzas con uno de estos espantosos bichos.
Pero hay mas peligros acechando nuestro encierro ¿que me decís de la capitana de nuestro equipo de Quidittch? que se pasea en bragas y sostén por toda la sala común como si fuera ama y señora del lugar, y sin percatarse en que cada vez hay mas niños pequeños, que están en pura etapa de desorden hormonal, a los que no les hace muy bien verla así...esta matando pobres mentes jóvenes.

Luego no nos culpen si nos escapamos de la reclusión para tomar un poco de aire y ver algo de otro color que no sea verde.
Es que la sala común de Slytherin es literalmente un nido de víboras, y a veces, pasar mucho tiempo allí dentro puede ser realmente agotador.

G r y f f i n d o r
[por Eva Lune T. Lidasco]

Me levanto. Me ducho. Me visto. Bajo hasta la Sala Común. Desorden. Caos. Los libros desparramados por el suelo. Un sofá volcado. Objetos movidos. Sangre. Ha habido una pelea, y de las gordas. Poco a poco la gente va llegando, quedándose tan impresionado como la persona anterior. ¿Qué ha sucedido?

Hacemos recuento. Falta gente.

Y el mensaje vuela entre la gente unos días después. Un licántropo ha atacado la Sala Común de Gryffindor a Caroline M. White, Alexandr Romanov, Altair Black y Megara L. Ryan.

Han pasado semanas desde aquello, y algunos han comenzado a salir de la Sala. Tenemos miedo. Y lo peor: estamos muy aburridos.

R a v e n c l a w
[por Silver Jonhson]

Cincuenta y cuatro rayitas de preso cubren el cabecero de mi única compañera de cuarto, alguien demasiado centrado en su gato como para darse cuenta. Tantos días de encierro hacen mella en uno, ¿eh? La Sala Común, lugar predilecto de las águilas tras la biblioteca, ha caído. Sí, en efecto. Siento decíroslo así, tan de repente, pero… pero… se han encontrado un libro pintado. Y tiene una página rota. Ni siquiera hemos podido enterrarlo. Ese es el drama de la guerra. Nuestra guerra con la puerta que sólo abre el pico para comernos los dedos (actividad que se ha puesto de moda en los últimos meses, curiosamente). Porque… ¿qué hace un Ravenclaw sin nada nuevo que estudiar? Una fiesta. No me puedo creer que haya escrito eso. ¿Quién ha mancillado de tamaña manera MI lugar sagrado? Claro, la otra loca del cuarto. Si es que no se la puede dejar sola ni dos días. Me llego a descuidar y se come los apuntes. A saber la que organizó. Yo tan solo vi papeles, papeles y más papeles SIN ESCRIBIR a mi llegada. Tengo miedo de que mañana aparezca en mis pergaminos una mancha de chocolate y que mi gato no pueda encontrar el rastro del culpable debido al angustioso olor a tigre muerto.

H u f f l e p u f f
[por Jack Williams]

Y pasan los días, así como las esperanzas de que pase algo interesante. No sé ni siquiera cuántos días llevamos en la Sala Común, con ésta destrozada. ¿Que qué es lo que ha pasado? Pues que nos han atacado. Varios de los nuestros, los valiosos Hufflepuff’s, han desaparecido desde esa noche, quedando los pobres a merced del destino, el cual podrá hacer lo que le plazca con las vidas de los pobres alumnos, entre ellos una prefecta y nuestra capitana. ¿Que cómo sé que han faltado? Un fanático del Quidditch como yo sabe a qué hora y en qué momento hacen lo que sea su cazadora y su golpeadora preferidas.
Y siguen pasando los segundos, las horas, los días… Seguramente llevemos ya meses, pero no puedo permitir que esto siga así, sin poder publicar, comer a gusto en el Gran Comedor, o darse un paseo por los Terrenos T_______T… (le dan un pinchazo con un palo para que no se vaya por las ramas). Bueno, pues eso, que voy a revelarme. Esta misma tarde iré a ver si consigo algo de información por el Castillo. Ò.Ó Para ello, intentaré que los de A Vuelapluma volvamos a la carga con los artículos. Os dejo, que tengo trabajo.

Y con esto acaba el primer artículo de A Vuelapluma tras un largo parón, el artículo que señala nuestra vuelta.

Se despide
Billie C. Gineb