Sueño de una noche de verano

Como todos vosotros sabéis Hogwarts se encuentra en cuarentena, por lo que las excursiones más allá de las verjas del Castillo están totalmente fuera del alcance de sus moradores, esto unido a que durante el presente curso no hay liga de Quiddich hace que una pregunta flote en el aire ¿cómo puede uno divertirse entre los muros del Castillo?

Una parte del profesorado se encuentra recluida en la enfermería por la extraña enfermedad que asola la escuela, excepto el profesor Wood que sigue en sus trece de permanecer en su habitación ¿tendrá algún trauma infantil con la enfermera Pomfrey? dejémoslo en suspense... La otra parte del profesorado junto con la Directora, se encuentra muy ocupada en resolver el enigma; la profesora Sviakslava está inmersa en sus experimentos a los enfermos, y el profesor Hagrid haciendo ingentes cantidades de bizcocho para llevárselo.

Pero, ¿y los alumnos?¿cómo se divierten ellos? tal vez algunos pasen pasen sus horas libres estudiando en la biblioteca (sí, hay a gente a la que eso le divierte), otros, los prefectos, jugando con la espuma en su exclusivo baño (si esas paredes hablasen...), o visitando a los enfermitos, aunque cuando cae la noche...

¡Fiesta! aunque no todos esté invitados, todo hay que decirlo. Si tu fuiste uno de los que no recibió invitación, no te preocupes aquí tienes un resumen de cuanto pasó.

Todo comenzó con una inocente reunión junto a la orilla del lago, con mantelitos de colores, cestas de picnic, preciosos farolillos chinos iluminados con luciérnagas y música chill-out para amenizar la velada. Hasta aquí todo normal, una simple reunión de alumnos, pero pronto la cosa empezó a desmadrarse, unos cuantos se cayeron al lago, otros fueron arrojados a él, y alguno que otro intentó alcoholizar a una alumna de segundo, Selene Argento, que no se sabe cómo, a pesar de su aspecto de no haber roto nunca un plato, se encuentra en medio de todos los fregados.

Pero no quedó ahí la cosa, ni mucho menos. El climax de la fiesta se alcanzó cuando hicieron su aparición las Pervers y su “inocente” juego de parejas. ¿Y en qué consistía ese juego?, pues en nada más y nada menos que besar a aquel que te hubiera tocado en “suerte”, bajo la amenaza de que quien no lo hiciese sufriría un virulento ataque de acné y una temporadita excretando escorgutos.

Aquello se convirtió en un tórrido espectáculo, Kimara N. Rowle ahogando sus penas en los brazos de una más que dispuesta Laura de Valyria, Alysia M. Du Vunx iniciando en las artes amatorias a un encantado Viktor R. Von Danikenn, Dita Von Teese metiéndole la lengua hasta la campanilla a un desconcertado Lyonell Selwyn, Selene Argento dejándose querer por un efusivo Litheron V. Everness, a una Megara L. Ryan intentándo quitárse de encima a Bryan M. Harrison que más que un adolescente parecía un pulpo, etc.

Y yo me pregunto, ¿qué llevaban las bebidas? Feromonas, un coctel novahormos, quién sabe hasta dónde hubiera llegado la cosa si no hubiese empezado a llover torrencialmente enfriando el ambiente.

El inesperado chaparrón puso punto y final a lo que comenzó como una inocente fiesta chill-out en los Terrenos y que continuó en el baño de prefectos con consecuencias catastróficas, pero... esa es otra historia, que por supuesto será revelada en un próximo artículo de A Vuelapluma. Esperamos vuestras opiniones. Se despide hasta el próximo artículo.

Amarië Inglorion