Erase una vez...

Aquí Gossip Witch, vuestra fuente más fiable de información sobre lo que sucede en el Castillo de Hogwarts, hoy contándoos un cuento, una historia que no dejará indiferente a nadie, una historia de amor verdadero, un cuento sobre una princesa y su lacayo, sobre... Kael Corleone y Kimara Rowle, a los que desde hoy bautizaremos como Il Capo y Lady Ice.

Kimara y Kael, Kael y Kimara, una historia de pasión, deseo, lujuria, sexo, y... ¿amor? Su historia se remonta a tiempos inmemoriales, cuando ella no traicionaba a su sangre con mestizos de poca monta y él mantenía relaciones castas y puras con leonas empollonas. ¿Cómo se conocieron? Es todo un misterio. Tal vez en una de las escapadas de las brujas más pervertidas del castillo, a una de sus famosas y exclusivas fiestas repletas de drogas y sexo. Tal vez la historia de Il Capo y Lady Ice se fuera fraguando en secreto, y mientras él, un loco enamorado, se moría de celos por las relaciones anteriores de su amada y la perseguía cual perrito faldero deseoso de que su amo le rasque detrás de las orejas, ella hacía ver a todo el mundo que su historia sería breve y además tendría un amargo final, al menos para él.

Pero no fue así. La mujer sin alma y el manso león han consolidado su relación hasta el punto de la monogamia, aunque ella se esfuerce por demostrar lo contrario metiéndose en camas ajenas. Viktor Von Danikenn, famoso por hacer de los Fantasmas de Hogwarts los suyos personales, fue el elegido por la señorita Rowle para demostrar que ella seguía siendo tan malévola y desalmada como siempre, aunque tras esta elección sólo deja claro que a la alta sociedad le pone muchísimo más el hecho de montárselo que gente de menor estatus, ¿no es así Von Teese? Pero eso es otro tema, prosigamos. Lady Ice persiguió a su nueva víctima, arrastrándose, rebajándose, proponiendole actos impuros con la excusa de haber bebido demasiado, aunque nunca sea demasiado para una niña cuya madre le daba whisky de fuego en los biberones. ¿Y todo para qué? Por un par de besos, porque eso es lo único que nuestra Lady Ice consiguió, pese a haber intentado emborrachar al chico enamorado de alguien que ni si quiera le recuerda. Y claro, una mujer de su categoría, "inalcanzable" para todos, debía mantener las formas y abofetear al joven Von Danikenn en cuanto tuviera ocasión, mostrando la rabia por no haber conseguido su propósito, víctima del despecho y la humillación por no haber sido capaz de hacer gala de esa persuasión de la que alardea. Querida Lady Ice, siento comunicarle que el amor le ha nublado los sentidos y usted ha perdido facultades. Tal vez deba seguir el ejemplo de Du Vuntx y abandonar esa sociedad anticuada y obsoleta a la que pertenece y hacer un poco de caso a las nuevas generaciones. Le aseguro que hay muchos alumnos de primero con sangre diferente a la suya que están dispuestos a dejarse hacer por una experta como usted... o tal vez no.

Sin embargo, las malas lenguas comentan que esa bofetada fue exclusivamente en defensa de Corleone. ¿Qué le está pasando a Lady Ice? ¿Le asalta el remordimiento? ¿Se creerá culpable de la terrible enfermedad que asola a su amado? Si, habéis leído bien, su amado. ¿Quién permanecería día y noche a tu lado, durmiendo en un incómodo sillón, sujetándote la mano, y llorando en silencio, si no estuviera loca y perdidamente enamorado de ti? No es oro todo lo que reluce, y parece que la fachada que Lady Ice se esfuerza por mantener se está derritiendo poco a poco.

Sé que os encanto, nos leemos en el próximo

Gossip Witch.