¡Nieve!

Blanco, frío, resbaladizo… de consistencia variable, moldeable… Para los principiantes en este tema, es lo que se conoce como nieve, y es símbolo de que el invierno ya está aquí, y llega para quedarse. ¿Pero cómo?¿Un fastidio? Au contraire, mi querido amigo. La nieve es una fuente inagotable de actividades, de diversión, una bendición, en resumen. Apaga la chimenea, sal de tu Sala Común y ponte la bufanda y el gorro; No quiero que te de una hipotermia (en principio, todo se andará)

Bien, ya estás fuera, enfundado en las mejores galas lanosas de tu abuela. ¿Y ahora qué, me preguntarás? Me estoy pelando de frío y encima alguna clase de estúpido me ha tirado un proyectil de esa extraña sustancia… ¡Pues ya está, hijo, ya está! Agáchate, coge un puñado de la materia que hemos llamado “nieve”, compáctala en forma de bola y lánzala con toda tu mala saña a la cara de cualquier compañero o chica a la que quieras hacer tilín a lo rollo “Te tiro del pelo y salgo corriendo”. ¿Qué si se puede hacer en grupo? ¡Claro! Una batalla campal de bolas de nieve es lo necesario según los expertos (Es decir, Aleksandr Romanov) para sobrepasar el estrés de los exámenes. No hay nada como acabar hecho un tiritante montón de nieve para calmar los ánimos.

¿Y qué me decís del lago? Sí, esa extensión helada que cubre lo que antes era mucha agua. Sobre esa capa de hielo se puede practicar uno de los deportes más divertidos del mundo, me atrevería a decir: el patinaje sobre hielo. Cálzate unos patines de cuchilla y cómete el lago, desde románticos y deliciosamente monótonos paseos de la manita con la novia hasta trepidantes carreras a vida o muerte (Que por supuesto no haré. Un besazo para Minerva) donde la sange corre y la gente se pega culadas contra el hielo. Adorable ¿Verdad? También se puede hacer el chorra sin patines ni nada, pero un servidor no os lo recomienda. También hay que tener en cuenta las partes más quebradizas del lago; No es agradable caerse en un lago helado. Os lo dice alguien que vive en el Círculo Polar Ártico.

Muñecos de nieve, castillos de nieve, Kremlins de nieve, la nieve también ofrece infinidad de posibilidades artísticas. Así que ya véis; no hay razones para quedarse fuera del castillo. Lo malo de la nieve es que no se queda todo el año; desaparece en las estaciones cálidas. ¿Te la vas a perder?

(La pregunta era retórica, NO te la pierdas. Es un consejo de Aleksandr Romanov)