Un nuevo golpe para el mundo mágico.

Como todos habéis leído, o deberíais haber leído, nuestro querídisimo ex-profesor de Encantamiento, el señor Filius Flitwick, ha desaparecido misteriosamente. El ex-miembro del claustro de profesores desapareció en mitad de la noche, en su residencia, el número cuatro de Wartwith Hair Street. Su vecina, alertada por gritos de pelea, alertó a las autoridades, que no tardaron en personarse en la casa del desaparecido. Pero era demasiado tarde.

El ex-Alumno del colegio, y famoso auror, Harry Potter, ya anda tras los secuestradores, cuya identidad se desconoce, pero la mayoría señala a los magos oscuros recientemente fugados de Azkaban como los secuestradores.

Por si esto fuera poco, otra desaparición se ha denunciado, la de la esposa del funcionario de la cancillería del Departamento de Cooperación Mágica Internacional, Marchello Pinkstar, que se encontró idéntico panorama que el de la vecina de Flitwick. Desde aquí, Hogwarts, rezamos para que los dos desaparecidos se encuentren, al menos, sanos y salvos en algún lugar.

Desde mi punto de vista, Fenrir Greyback y los suyos son los responsables de estas desapariciones. Conocen el impacto mediático que supondrán ambas desapariciones, la de un ex-miembro, muy experimentado, del Claustro de Profesores y la de la esposa de un funcionario del Ministerio. Quieren meter miedo al pueblo, quieren ganar aliados, quieren reclutar, son pocos y saben que no pueden hacer frente a todo el ejército de aurores que posee el Ministerio. Quieren ser ese fantasma que te susurra a la oreja que vas a morir, que vas a ser tú el que va a caer. No hace falta que diga que no os dejéis engañar ¿no? Lo único que podemos hacer es hacer caso a los avisos del Ministerio de no intentar luchar contra ellos si les vemos, son magos expertos y experimentados.

Pero, ¿qué buscan? Un servidor cree que pueden intentar volver a fundar ese imperio Tenebroso que forjó el-que-no-debe-ser-nombrado en la oscuridad, un imperio que batallaba y causaba cruentas y amontonadas bajas a la sociedad, que dejó correr ríos de sangre. Son pocos, pero sabemos que pueden actuar y matar como si fueran cien. Además, no conocemos a sus aliados. Debemos de estar en una alerta permanente. Han secuestrado a un ex-profesor y a la madre de una compañera, lo único que une a ambos personajes es este colegio, Hogwarts. Lo dejo caer.

Por otra parte, el padre del Azote de Slytherin ha sido detenido junto a otros mortífagos en el sótano de su casa por el padre de otra compañera. Así que no me extrañaría nada que un par de bludgers se estamparan en la cara de alguien. Aunque, mirándolo bien, quizás también deberían detener a Kimara, ya sabéis, por su brutalidad animal en el Quidditch.

Y Skeeter ha perdido el juicio por los derechos de autor, y ha ofrecido a pagar con el dinero que le reporte su nueva novela Ocaso. ¿No os suena a algo? Juraría que mi prima Crysellida leía un libro sobre el mismo tema con un nombre muy parecido. Quién sabe, tal vez el tiro le salga por la culata a Skeeter y tenga que volver a pagar por derechos de autor.

Recordad, no os acerquéis a los magos tenebrosos si los viérais. Pero, en el caso de que os encontrarais como Kimara y ellos, huid de Kimara, sobretodo si lleva bludgers, los magos tenebrosos no importan.

Se despide.

Billie C. Gineb.