El Antes…

Puede que mientras el lector esté pasando las páginas de este periódico, yo, Eva Lune T…(no lo pienso decir) Lidasco, esté escondida dentro de un arbusto entre la maleza ingobernable del llamado por todos Bosque Prohibido, ocultándome de alguna bestia infernal que me busque entre las tinieblas de aquel recóndito paraje, afilando cada una de sus garras y sin poder contener su fétido aliento ante el éxtasis de poder contemplar como la sangre de mis arterias se derrama mientras me rebana el cuello.

O puede que no.

¿Pero entonces porqué se le llama prohibido a ese bosque? No precisamente porque hayan ocurrido situaciones agradables allí. Sin embargo, la profesora Aurora Sinistra y el profesor Rubeus Hagrid, educadores de las materias de Astronomía y Cuidado de Criaturas Mágicas respectivamente han decidido que el bosque es lo bastante seguro para realizar una incursión durante cuatro días. ¿Y qué lunático y ávido de suicidio quiere ir allí? Pues bastantes, aunque no lo creas, lector. Treinta valientes alumnos debemos encontrarnos ya allí, probablemente perdidos, subiéndonos a la copa de un árbol para divisar al profesor Hagrid.

Equipados con una mochila con comida, repelente de mosquitos (apto también para niños pegajosos de primero), brújula y varita. En un bosque rodeados de seres incontrolables. Y sólo para conseguir puntos AA. Servidora comienza a pensar que ha hecho mal en apuntarse a la excursión. Y también comienza a pensar que la originalidad en algunas clases comienza ya a sobrevalorarse. Cree que la rutina no hace daño a nadie. Y cuatro horas en la biblioteca tampoco. Aunque también cree que las prácticas pueden ser innovadoras si de vez en cuando no entraman ningún peligro para la salud (y por supuesto que no se está refiriendo a la Viuda Penitente de la clase de Herbología, las clases en el agua de encantamientos con probabilidades de ahogamientos o las llamas “controladas” de los braseros de las clases de adivinación, no. ¿Por qué la toman?). Y por último piensa que cuatro horas seguidas en la biblioteca le ha provocado un problema de doble personalidad y por eso en estos momentos está escribiendo en tercera persona.

...

Vigilad los límites de los terrenos, ¿estudiosos? alumnos. E implorad a Salazar, Ravenclaw, Gryffindor y Hufflepuff para encontraros con vuestros queridos compañeros el próximo domingo saliendo de entre los árboles. Contad también sus extremidades.

Se despide Eva Lune T. Lidasco.

(Para más información sobre la excursión, no seáis impacientes y esperad a mañana, nuestra nueva reportera Sunshine H. Steve, desde el centro de la selva os relatará todo lo sucedido hasta el momento).