El ataque de las Doxys

Desde la redacción de A Vuelapluma, queríamos pediros disculpas queridos lectores, por los días de la semana pasada que no recibisteis puntualmente el periódico, y daros una explicación. Sufrimos un ataque.

Sí, como lo oís. No sabemos como, la redacción fue invadida por un grupo bastante numeroso de Doxys, esas criaturitas que seguro que a nuestro querido profesor Hagrid le harán mucha gracia, pero que son bastante molestas y nos impidieron informaros durante varios días.

Intentamos entrar cargados de insecticidas. Aquello fue la guerra; las mesas volaban, los papeles nos golpeaban la cara, las Doxys intentaban mordernos las orejas... muchas cayeron, pero eran demasiadas y se hicieron fuertes en el despacho de Dirección. Ante este panorama, nos reagrupamos y conseguimos encerrarlas a todas en el Despacho, lo que no resultó ser muy buena idea, no os podéis imaginar el destrozo que pueden ocasionar esos bichitos tan pequeños, fue como meter a un Colacuerno en una cacharrería, tendré pesadillas el resto de mi vida.

Nos gritaron, tiraron objetos, y tuvimos que esquivar los pedazos de cristales que volaban como dagas, al explotar el cristal de separación del despacho, cuando arrojaron contra él el sillón de dirección. En fin, que tuvimos que llamar a profesionales para que nos libraran de la plaga de Doxys, y pasar varios días limpiando los destrozos, lo que nos impidió publicar con normalidad. 

De toda la redacción, os pedimos disculpas y esperamos no volver a tener ningún problema, enviandos diariamente vuestro numero de A Vuelapluma.