Se buscan.

Habéis leído el título ¿no? Pues ahora seguid leyendo, anda.
Hoy tenemos que comunicar dos bajas en el frente periodístico. El otro día llegaron a la Redacción de A Vuelapluma dos cartas de dimisión, una con tina roja y la otra con tinta azul. Han caído un león y un águila. Y pensaréis, ¿quién se marcha? ¿se nos va Billie, nuestro rayo de sol en un día nublado, la panacea de nuestras penas? A las chicas (o chicos, no va por tí, LJ) que ahora mismo estén llorando: parad. No, servidor no se marcha. Dad gracias al señor.

Y preguntaréis, ¿quién se marchan? Las señoritas Noveaux e Inglorion. En efecto, la Gryffindor que adoptaba últimamente actitudes poco adecuadas a su estatus de princesa, como ella decía que era, abandona la Redacción. Y la Ravenclaw que últimamente nadie veía también se va. No hemos querido entrar en detalles porque desde la Redacción han dicho que eso es meterse demasiado en la intimidad de las dos chicas y demás tonterias. Tsk.

¡Por fin lo bueno! Como os habréis imaginado, hay dos (tres, si alguien quiere ser mi esclavo) puestos libres en la Redacción. Sí, solamente dos. La lucha será dura, los jueces serán exigentes y el trabajo agotador hasta la extenuación, pero el premio bien lo merece. Compartir trabajo conmigo, con Billie Cailin Gineb, el Dios Sol, vuestro Mesías. Aunque, si lo miras por otro lado, el premio también puede ser convertirse en reportero de A Vuelapluma, pero nada comparado con compartir Redacción conmigo.
Pues eso, que podéis empezar a enviar vuestros artículos a la Redacción cuando queraís, que los recibiremos gustosos.

Se despide con ganas de no volver a veros.
Billie C. Gineb.