El Stichstock. El renacimiento de entre las cenizas.

Cual fénix que renace de entre sus propios restos, un deporte mágico extinguido ya por el siglo XIV (causas oficialmente desconocidas, pero que alguien con dos dedos de frente tacharía por un buen número de bajas mortales), el Stichstock se ha retomado en un Instituto que recientemente ha impactado en las noticias presentándose como un Instituto renovador, nada que ver con el que era antaño, con la sombra de la duda y el prejuicio sobre su cabeza por tener entre su alumnado a familiares de mortífagos norteños. Sí, aquel Instituto del que esta redactora publicó un artículo con los “cambios positivos” que estaban implantando: presencia de chicas y muggles en su castillo. Pero los murmullos entre los viandantes de toda Europa aseguraban que estos cambios tenían que ver con su solicitud para realizar el Torneo de los Tres Magos en su castillo. ¿Mucha casualidad, no?

El Instituto Durmstrang. Exacto. El Profeta ha publicado que el Instituto ha retomado el desaparecido deporte mágico mediante un Torneo. Si el plato acaba siendo a gusto de todos, se acabará instaurando oficialmente. Según el mismo periódico, el director Krum pretende que con esto los jóvenes se conecten al deporte en general y que se pongan en forma en particular. Esto oficialmente.

Pero, con toda la información que os he proporcionado, lectores, y con todo lo que circula por ahí: ¿Acaso nadie ve la conexión entre el Stichstock, el lavado de cara de Durmstrang y el Torneo de los Tres Magos? Yo creo que todo el mundo lo ve. Mi opinión (y creo que la de todo el mundo) es que todo lo que haga a partir de ahora Durmstrang será un mero movimiento político. Y que, como dije en mi anterior artículo, después del Torneo de los Tres Magos todo desaparecerá.

Pero esta publicación ha de constar también de mi opinión sobre el Stichstock, o mi inexistente salario se verá reducido a la mitad ^^.Nunca pensé que podía haber algo menos lógico y tosco que el Quidditch. Pero sí, lo más norte del norte está sobrevalorado. No sólo son adelantados en cuanto a temas de medio ambiente se refieren, sino que hasta son unos adelantados en retrasos evolutivos humanos despampanantes. El tópico de que los del norte son más “machitos” y violentos que un jabalí enrabietado se confirma en el Stichstock. Benditos alemanes. El Quidditch consistía en meter una bola grande por uno de los tres aros. El Stichstock consiste en hacer reventar una vejiga inflamada de dragón lanzando una bola explosiva. Bélico hasta decir basta.

Con lo que aquí, nos encontramos con la mejor de las ironía: El Instituto Durmstrang pretende “democratizarse” (nótense las comillas) con un deporte mágico que tiene bolas explosivas entre su material de equipo.

Opinión de Eva Lune T. Lidasco

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