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viernes, 1 de enero de 2010

Año nuevo. Revisión de desperfectos.


Año nuevo, vida nueva. Borrón y cuenta nueva. Un año para cumplir todos nuestros sueños y expectativas. Un año para mejorarnos a nosotros mismos. Un año para encontrar pareja, conseguir más amistades, mejorar en los estudios…

Bla, bla, bla.

Este artículo no va a tener ningún tipo de frivolidad y sentimentalismo. No hablaré de un futuro encantador en el que todo puede ser más perfecto si cabe. No. Por mucho que sea el 1 de enero. Más bien será justo lo contrario. Un artículo sobre… los desperfectos técnicos en el Castillo y sus Terrenos. A pesar de que el edificio medievalesco sigue en pie, el año 2009 ha atacado su infraestructura desde la base. Pasen y lean, los destrozos de Hogwarts:

El exterior ha sufrido apenas daños, pero cabe destacar el Estadio de Quidditch. El Campamento de Verano trajo consigo una oleada de público a las gradas, y estas han empezado a curvarse en su centro escandalosamente. ¿Nadie nota esa sensación de resbalo en los partidos de Quidditch? Las medidas de seguridad anti-golpeos-al-público se han debilitado. Y los aros están torcidos, culpa de algún Cazador ansioso por conseguir algún punto… Sí, las medidas violentas de muchos jugadores (para saber más, lean mi artículo “Quidditch, ¿Un juego violento?") son las culpables de que el Estadio esté empezando a caerse a trozos.

Ahora observen el interior del Castillo. El Gran Comedor. Víctima de peleas de comida, peleas a secas, algún maleducado paseándose encima de la mesa… Daños en la estancia: Arrancamientos del barniz de las mesas, el cortinaje del fondo quemado por algún rusín Gryffindor desaforado… Nada que no se pueda arreglar con la ayuda de nuestros queridos elfos domésticos.

Las mazmorras. Sin usar desde hace siglos…el año pasado se estrenaron con la llegada de la antigua Directora de Hogwarts, Dolores Umbridge. Aunque pueda resultar un poco impactante, gracias a su utilización, las mazmorras se salvaron de deshacerse en polvo.

Las escaleras movedizas son harina de otro costal. A decir verdad, ya ni hace falta hacer arreglos en las escaleras. Porque por mucho que se arreglasen, los pasos (secos, fuertes, húmedos, barrosos, pegajosos) de los alumnos anularían el esfuerzo aplicado.

Primera planta. La Enfermería. Ajá. Creo que ya entendéis porqué pongo la enfermería en la lista de los desperfectos. Necesita una desinfección tanto de limpieza como mágica. Todavía debe quedar algún rastro de los muñequitos vudú que una servidora tuvo unos segundos en sus manos (lavarlas con agua y jabón no fueron suficientes para quitar esa extraña sensación de que de un momento a otro podría ser víctima de pinchazos en el cuerpo), así como su magia negra. Y también falta decir, los restos de sangre, vómito, secreciones difíciles de identificar….que aún quedan, porque sí, lectores, todavía quedan debajo de las camillas. Los elfos no son tan serviciales como parecen.

Segunda planta. Impoluta. Las chicas somos muy limpias ^^.

Tercera planta. ¿Por qué no reformarla? Porque sería muy caro. La Galería de las Armaduras sufre continuamente de visitas clandestinas de parejitas candorosas y de grupitos que quieren charlar animadamente mientras golpean a los pobres y destartalados hombres de hojalata. Se caen, lectores, se caen. Un golpecito y….un dominó humano. Qué tiempos cuando las Armaduras brillaban a la luz del sol como si estuviesen nuevecitas, sus condecoraciones aún estaban clavadas en su pecho (creo que las actuales son copias)… Muy buenos tiempos, sí.

Cuarta planta. Impoluta. Ahí se encuentra la Biblioteca, para quien (aún) no lo sepa ^^.

Quinto piso. No tengo acceso a los Baños de Prefectos, pero según los comentarios del final del año pasado, requiere una desinfección "ipso facto".

Sexto piso. Baño masculino. Nada más que decir.

Y por último el Séptimo piso. La Lechucería. Creo que aquí ocurre como en las escaleras. Por mucho que se limpie, la suciedad siempre vuelve. Pero no por eso creo que los elfos tengan que pasar de carrerilla esta estancia.

Como conclusión, el año pasado ha ensuciado todavía más, si cabe, el Castillo. A eso hay que añadirle muchos daños en la infraestructura debido a las “batallas” a la llegada de la anterior Directora y aquella innombrable profesora de DCAO (usted no, profesora Van der Branberg, por supuesto ^^). Soluciones: Mayor presupuesto para los arreglos técnicos y más caña a los elfos domésticos.

Y evitar este año que nos espera el menor daño posible a este Castillo, que nos abre las puertas todos los años para estudiar, jugar, comer, dormir… y vivir.

Artículo de Eva Lune T. Lidasco.

4 comentarios:

  1. Sexto piso. Baño masculino. Nada más que decir.

    xDDDDDDD

    Evita, está genial *O*

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  2. Em, juraría que la lechucería estaba en un edificio aparte en los Terrenos o.O

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  3. FDR: Ahora que revisado la normativa me he dado cuenta de que me confundí O__o

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  4. Anya, yo también me moría cuando lo leí xDDDDDD

    ¿Pero que os pensais de nosotros ¬¬? ¿Qué le pasan a nuestros baños? A saber como están los vuestros u.ú

    Muy bueno, Eva 8)

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