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jueves, 25 de marzo de 2010

Ocio alternativo más bien poco educativo

¿Qué es eso que se ve en el cielo? ¿Es un hipogrifo, es un Abraxan? ¡No, es Almohadón-Man! ¡Mentira! O verdad. Quién sabe. Yo, desde luego, no. Y dudo que alguno de vosotros lo sepa. Porque ¡sorpresa!, llevamos ya más de tres semanas sin ver la luz del Sol, observando cada una de las imperfecciones de las paredes del pasillo. Por cierto, ¿os habéis fijado en esas inscripciones tan curiosas que hay por los sótanos, con corazoncitos? Seguro que datan de hace más de un milenio. ¡Debemos informar a Binns! Quizá tan solo sea la última obra de arte de algún vándalo que aún no ha probado a pasar los castigos en la oficina de Filch. Los que han vuelto de allí… nunca más han podido deleitarse con el olor del pastel de calabaza. Guardemos un minuto de silencio por sus narices.
En todo caso, ¿no iríais vosotros a ver incluso al fantasma cuentacuentos con una burda historieta por hacer ALGO? ¿No os cansáis de la misma rutina siempre? Sobre todo los fines de semana, en los que se supone que somos libres. Qué ironía, ¿verdad? Despertarse, vestirse, ducharse, ponerse ropa seca y tender la otra por haber sido tan listos de ducharos con ella puesta, desayunar, mirar por la ventana cómo se divierten los pajarillos, mirar por la ventana cómo se divierten las mariquitas, mirar por la ventana cómo se divierten las arañas, mirar en el mismo suelo cómo se divierten las cucarachas… y así durante todo el día. Hasta yo me he cansado de los días enteros en la biblioteca. ¡YO! Esto comienza a ser realmente preocupante. Por esa misma razón hoy os traigo el manual para pasar una alarma social atado al castillo como estatua a su pedestal:

- Comer chucherías: bueno, principalmente consiste en hacer lo mismo de siempre. Mirar cómo se desarrolla la vida, tumbado a la bartola, peeeero mientras se charla con los compañeros, se buscan posibles víctimas de perrerías nuevas amistades y se traman trampas para la señora Norris. ¿Que por qué esto no se puede hacer sin las chucherías? Por una razón muy simple. Somos niños, nos gusta el azúcar y desde que tenemos memoria está presente en nuestro día a día: galletas con chocolate en el desayuno, batido de chocolate en el almuerzo, bizcocho de chocolate en la comida, tostadas de nocilla en la merienda, leche con Cola-Cao en la cena y un bote entero de manteca de cacahuete a medianoche. ¿Qué pasa si no la tomamos? Bajón. Mono. Depresión. Ya os lo avisé. Nos convertimos en zombies. Opción descartada.

- Comer chucherías: ¿Otra vez lo mismo? Pues no. La diferencia entre ambas radica en la obtención del alimento en sí. En el anterior caso, era realmente sencillo. Salías a Hogsmeade el fin de semana, con tus bolsillos llenos de knuts y sickles, entrabas con tu corazoncito lleno de ilusión en Honeydukes y salían con los bolsillos más vacíos que las cocinas tras el cumpleaños de muerte del Fraile Gordo. Después, las almacenabas junto con las de todos tus amiguitos en tu cuarto, y durante un par de días dormíais todos juntitos por el poco sitio que quedaba. Eran tiempos mejores ;__; Ahora si encuentras entre la arena del gato una gominola puedes considerarte un tipo con suerte. Pero, aunque parezca extraño, hay gente que no se las toma todas de golpe y las esconde como la hormiguita del cuento que acabó aplastada por el peso de su despensa. Si conseguimos localizarlas, tendremos la subsistencia asegurada. Preferiblemente, debe ser alguien de nuestra misma casa. Y si es del mismo curso y sexo, mejor. Si es el tío que duerme al lado tuyo. ¡Felicidades! Mientras se eche la siesta, desliza la mano bajo el colchón como puedas, arréglatelas tú, y agarra un regaliz y una fresa. Solo uno de cada. Al día siguiente igual. ¡Y así poco a poco irás teniendo tu propio tesoro! Se emplea toda una mañana, la tarde siguiente en descansar del esfuerzo, la siguiente mañana en ensayar, la siguiente tarde en descansar de nuevo, y ya, si eso, a la próxima semana, te planteas si llevas a cabo la acción. ¿Qué dices, Anya? ¿Que eso no es ético? ¿Que está prohibido? Bueno, bueno, esto solo son suposiciones. Te lo juro por Snoopy *cruza los dedos por debajo de la mesa*. (Si en algún momento tenéis excedente, me encontraréis metida en la tercera armadura de la galería, a las 3.03 de la madrugada, el tercer día de cada mes. Pago en metálico ò_ó)

- Colorea: hazte con unos lápices de colores y unos libros de pintar. Los pergaminos limpios son muy sosos. Hay que pensar qué dibujar, cómo coger el lápiz, cómo lavarse las manos antes para no pringar el papel y tantas cosas inútiles. Lo más cómodo y para nada seguro es acudir a la biblioteca. Allí tienen libros de todo tipo. Seguro que si le preguntáis a Madame Pince y le contáis vuestras intenciones está encantada de daros una patada en el culo mostraros dónde se encuentran, curiosamente al lado de la salida, según me han contado.
Si esta idea no os atrae mucho, siempre podéis buscarlo vosotros mismos. Cualquier tomo que pese lo suficiente como para poder estamparla en cabeza ajena en caso de necesidad de huida tendrá las suficientes páginas como para las interminables horas muertas “adornando” las tomos de la bibliotecaria. Seguro que se maravilla al verlos ^^

- Hacer deporte: ¿de verdad vas a considerarlo? Lo único que puedes hacer es correr, y correr, y correr, y correr… hasta que estés tan cansado que necesites una gominola. ¿Y a dónde nos lleva eso? Al primer punto de nuevo.

Por lo tanto, robar o ser robado, la ley del encierro, muchachos. Unos añitos en Azkaban no os vendrían nada mal para aprenderlo. Si seguís mis consejos, tal vez no tardéis en conseguirlo =) Aunque, claro, siempre podéis ser unos niños buenos.


*La redacción no se responsabiliza de los daños o perjuicios que sus palabras puedan causar en la salud, relaciones, y bienes materiales de los demás.*

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