Más Allá de la Actualidad

¡Saludos alumnos y compañeros del Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts! Estáis leyendo a Jean Paul Wells que redacta este artículo, solo para vuestros ojos, desde su lugar favorito, la biblioteca.

Hoy nos toca hablar de la actualidad… pero ¿realmente hay algo que no sepáis ya de la actualidad del colegio mis queridos lectores?

Parece que el tiempo se alarga más que un chicle en la boca de Fior. Da la sensación de que nada sucediese entre los húmedos y viejos muros del castillo así que, supongo que, en vuestras impúberes cabezas, se está formando esta pregunta…. ¿de qué nos escribirá hoy este listillo?
Pues la respuesta es más que obvia, al menos si eres un Ravenclaw como yo. Pero primero repasemos juntos, los últimos acontecimientos que ya conocemos. A saber:

Los Aurores, con el beneplácito de los profesores, han prohibido salir a los terrenos aledaños del colegio, por miedo quizá, a que lo que sea que pulula por el bosque prohibido, pueda asomarse por el linde del bosque y de paso raptar a algún alumno despistado que tan solo quería tirar migas de pan a nuestro querido cracken. De lo que si estamos informados, es que algunos de nuestros compañeros de Gryffindor ya han infringido la prohibición de salir a los terrenos, quizá empujados por su famosa naturaleza impulsiva por quebrantar todas las normas habidas y por haber, o quizá por su pereza para leer los miles de anuncios que visten las paredes del colegio donde se recoge la susodicha prohibición. Quién sabe, de lo que se puede estar seguro, es que los artífices de su derrota en la Copa de las Casas, van a ser ellos mismos.

Por otro lado, parece que la caza de brujas, nunca mejor dicho, contra nuestra compañera Rowle, odiada y amada en partes iguales por los alumnos de este colegio, parece haber cesado, ahora que la rubia no asoma la cabeza más allá de su sala común. Aunque desde la cálida seguridad de la biblioteca, me gustaría recordar a quien concierna, que los pecados del padre, no siempre son los pecados del hijo.

No me hace falta ser un experto en legeremancia para saber que estáis pensando… vale JP, esto ya lo sabíamos, empieza con la actualidad de una vez. Y como vuestros deseos, son órdenes para mí, comenzaré a hablaros de la actual realidad del colegio.

El campo de quidditch, otrora anfiteatro donde solían representarse las mayores tragicomedias del colegio, se encuentra actualmente frio y vacío. Y no precisamente porque los Ravenclaw haya pedido el día para entrenar en él, si no, porque se ha prohibido expresamente su uso, cortando así de raíz la forma más practica que tienen muchos de nuestros compañeros de liberar sus frustraciones, su stress y como no, su mala leche. Pero parece que, casi todos hemos aceptado, resignados, tal realidad y apenas se han escuchado voces en contra del cierre del campo. ¿Acaso ha languidecido nuestro espíritu deportista?

Últimamente los rumores sobre un grupo de alumnos que, descontentos con la actuación de las fuerzas de la ley y el orden, léase los aurores del Ministerio, pretenden ir ellos mismo a buscar a nuestros compañeros perdidos, han ido a más. No sabemos si se trata de una perreta de nuestros compañeros, o en realidad creen firmemente que pueden realizar mejor las tareas de búsqueda que magos con muchos años de experiencia a sus espaldas, pero quien sabe, después de todo, los niños somos el futuro ¿no?

El ambiente que se respira en el colegio está bastante enrarecido. El estado anímico en general es bastante bajo, por los pasillos se escuchan, de vez en cuando, sollozos apagados y los alumnos portan rostros macilentos, miradas tristes y sonrisas apagadas. Los fantasmas no se dignan a aparecer, quizá consternados por todo lo que está pasando, incluso no se ha visto a Peeves hacer ninguna gamberrada últimamente. Parece ser que la única figura que se mantiene estoica, aferrada a su humor habitual, es nuestro conserje, que no deja pasar oportunidad alguna de comportarse como el viejo cascarrabias que es.

Así que podríamos concluir en que apenas ha pasando nada esto últimos días, puede que sea la calma que precede a la tormenta o quizá estemos en la fingida tranquilidad que se vive dentro del ojo de un huracán. Sea como fuere, si este artículo te ha sabido a poco, haz algo TÚ para que yo pueda escribir sobre ello, sal de tu sala común y haz algo digno de ser recogido en nuestro periódico estudiantil.

Antes de despedirme, permitirme mandar todo nuestro cariño a nuestros amigos y amigas, perdidos allá en las profundidades del bosque prohibido. Os queremos de vuelta, sois nuestro mayor regalo.

Y eso ha sido todo por hoy, se despide con un saludo afectuoso, vuestro más fiel informador, Jean Paul Wells. Estoy aquí, por ti…