De perdidos al río

Perdido, da:

1. Que no tiene o no lleva destino determinado.
…como nuestros compañeros. El Bosque Prohibido se ha convertido para ellos en un callejón sin salida, en su perdición, en una trampa ¿mortal? Puede que no volvamos a verlos. Puede que ya estén a kilómetros de aquí a bordo de un bonito dragón o una de esas acromántulas que habitan en lo más profundo del Bosque Prohibido. ¿Su destino? Quién sabe. Desde luego, los aurores no. ¿Alguien les ha visto si quiera hacer una pequeña batida? ¿Llamar a nuestros amigos, parejas y fuentes de apuntes, problemas y alegrías? Algún alumno los vio entrar, una o dos noches, pero ¿cuánto tardaron en salir? ¡Si hasta el más joven y asustadizo de los alumnos se introduciría más en él! Si yo aspirase a emplearme en un “oficio tan noble” me replantearía mi decisión. Pero, ¿qué sentido tiene plantearse eso?
…como el Ridgeback Noruego que escapa de manos de sus cuidadores semana tras semana. Ataques a muggles, destrozos en múltiples ciudades, ¿ineptitud? Es perseguido por un enviado especial del Ministerio, en teoría, eficiente, profesional y realmente hábil en estos campos. Pero la bestia sigue suelta, arrasando hasta con embarcaciones a su paso. Al menos su rumbo parece llevarle lejos de Hogwarts y de su ahora débil fortaleza ante las dificultades (y, para qué negarlo, probablemente también defensa).

2. Unido a ciertos adjetivos, para aumentar y reforzar el sentido de estos, p. ej: Borracho perdido.
…como Ludo Bagman la noche que le atacaron junto a Rufus Fudge durante una noche de copas. Fuentes fidedignas (teóricamente) informan de que un pequeño grupo, por el momento, de componentes anónimos, les agredieron a la salida del Caldero Chorreante. Al parecer ya habían sufrido previas agresiones, aunque estas no habían llegado tan lejos, tan solo habían sido verbales, amenazas ocultas por el miedo y la vergüenza respecto a las cuales las autoridades no tenían noticia. Según declararon los afectados, creían que tan solo se trataba de avisos de un arrendatario. ¿Qué ocultan estos cargos del Ministerio, tan grave que nadie más lo sabe? ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar por proteger su secreto? ¿Debemos preocuparnos porque pueda repercutir sobre el pueblo llano? Servidora ya no sabe qué pensar.

3. Hombre sin provecho y sin moral.
¿…como los mortífagos? Desde luego, alguien de provecho no habría acabado en Azkaban, ¿no creéis? O al menos eso dice mi abuela… Así que según mis antepasados, los hermanos Carrow, ahora en manos de la justicia, y Thorfinn Rowle, por haberles prestado asilo, no se va a quedar sin acompañarles. Durante el juicio alegó haber sido sometido a una maldición Imperius. Nadie le creyó. Pero ¿podemos confiar plenamente en los métodos que se emplean? Quiero decir, nadie puede estar seguro de si una persona miente a no ser que se emplee Veritaserum o, en algunos casos, Legeremancia, pero muchos son condenados por la mera opinión de un juez. No pongo en duda la culpabilidad del padre de la capitana esmeralda pero sí quizá la de los que han de venir o ya vinieron. De todos modos, esperemos que sea este un primer paso para capturar al resto. Teniendo en cuenta la historia de la Magia contemporánea, a cada minuto que pasa más nos exponemos más. ¿Aguantaremos lo suficiente con la sola protección de los ineptos aurores?

- ~ por alguien: Ciegamente enamorado de él.
…como supongo que estaría Marchello Pinkstar por su difunta mujer. Sí, difunta. Al fin la encontraron aunque probablemente desearían no haberlo hecho. Su cuerpo apareció hará poco más de una semana en su residencia, sin signos de ningún ataque, lo que sin embargo deja un gran rastro: la maldición asesina, el Avada Kedavra, ¿el retorno de los tiempos oscuros? Tantos indicios que apuntan a ello y la ausencia tan evidente de una firme defensa contra ello…


¿Soy yo… o las grietas amenazan con destruir la estructura que ha sustentado el Ministerio durante estos veinte años?