A Vuelapluma es el periódico escolar del foro de la página web Andén 9¾, en el que podrás enterarte de todo lo que ocurra de mano de nuestros foristas.


viernes, 26 de marzo de 2010

La mano que mece la cuna

La muerte arrasa implacablemente con todo tipo de vida. Como hicieron las Viudas Penitentes con el profesor Ingletood, investigador de las mismas. El cuervo que picotea la mano del dueño. El cachorro de tigre que ya no tan cachorro engulle a su amo… Así podría seguir, con innumerables metáforas de aquellas crías salvajes que al crecer demuestran su fiereza ante la persona que los cuidó. Una ironía, sí. Una triste ironía.

Pero dejémonos de tristezas. E indaguemos en la verdadera causa de la muerte del profesor. “Para su desgracia, un simple error en las medidas de seguridad ha sido definitivo para él”. El Profeta no es muy claro en el asunto. Intimidad para la familia, es de suponer. Pero lo único que se puede extraer de esta frase es que, o la vitrina en la que se encontraban las Viudas Penitentes se rompió por un simple accidente, y las plantas, hambrientas, engulleron al profesor… O algo mucho más turbio.

¿Y si aquellas Viudas Penitentes eran especiales? ¿Y si su nivel de ira ante los elementos enemigos era mayor de la esperada? Puede ser. Aquellas Viudas Penitentes nacieron gracias a nosotros. Y no, no es ninguna metáfora, ironía, metonimia… No. Aquellas plantas, aquellas semillas, fueron plantadas por los alumnos de Herbología del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Estupefacción, sorpresa, llantos, desmayos… Eso es lo que imagino ahora mismo que estará haciendo todo alumno de Herbología que esté leyendo mi artículo.

¿Y si nosotros fuimos los asesinos? ¿Y si alguien hizo mal algún paso y consiguió una semilla asesina? ¿Y si alguien, regando con todo “su amor” a la sanguinaria Viuda Penitente lo convirtió en odio? ¿Algún alumno maldito derrochó energía negativa en la semilla? ¿Algún Prefecto emponzoñó las semillas? ¿Se regó demasiadas veces, o pocas, al “Bebé Diablo”? Sólo puedo hacer conjeturas. Nadie sabe lo que ocurrió. El único que podía saberlo era el Profesor Ingletood. Uno de nosotros creó la “semilla del mal”. Espero que su conciencia le pese bastante. Y que la mujer del profesor no denuncie al Colegio.

Descanse en paz, profesor Ingletood.

Una opinión amarillista por Eva Lune T. Lidasco.

2 comentarios:

  1. ¡Nooo! Es posible que mi Little Killer fuera quien lo mató. *Lloro un poco* Yo la sembré... yo la cuidé día tras día con amor... ¿Fue ella quien lo mató? En ese caso... ¡soy su asesina! ¡¡Buaaaaah!! Me van a llevar a Azkaban (aunque la seguridad de aquel sitio tampoco parece muy beuna, la verdad...), y me encerrarán... *Lloro a lágrima viva*¡Buaaaaah!
    *Dejo de llorar* ¿Creéis que podré seguir el curso a distancia? Los muggles lo hacen.
    *Vuelvo a llorar* ¡¡Buaaaah, buaaaaaaah!!

    ResponderEliminar
  2. Eh... *mira a Press asustada*
    Creo que mejor me voy...

    *se aleja*

    ...¡Ah! ¡Buen Artículo, Eva! ;) *grita para que la escuche*

    ResponderEliminar