A Vuelapluma es el periódico escolar del foro de la página web Andén 9¾, en el que podrás enterarte de todo lo que ocurra de mano de nuestros foristas.


domingo, 21 de marzo de 2010

Mi visita al Despacho de Noah.

Esta es la carta que ha aterrizado en la Redacción misteriosamente. Cuenta una historia bastante interesante y jugosa, de la que sin duda, se hablará durante muchos días. Nadie sabe quién es su autor ni quienes sus cómplices, pero en cualquier caso, la información es interesante. Pasen y vean.




Noah Barkwith, ese profesor con rastas y moreno, alto y fuerte, jefe de los leones y profesor de Transformaciones. Todos le conocéis. Por los pasillos se escuchan rumores sobre lo del Bosque Prohibido, ese lamentable incidente en el que compañeros nuestros desaparecieron. Algunos hablan de mortífagos, otros de lobos, unos pocos de trolls o centauros, aunque otros prefieren susurrar sobre posibles traidores dentro del colegio. ¿De quién sospechariaís primero? ¿De un profesor nuevo o de un veterano en Hogwarts?


Servidor vio salir a Noah del Bosque antes de lo del incidente del Bosque Prohibido con una actitud extraña, alumbrado por una luz verde más fina que el coral que bañaba su rostro en una laguna de misterio e inquietud. Casi asustaba. Tras mucho pensarlo, decidí probar, arrojar la carta fuego. Con dos complíces más, los Tres Mosqueteros fuimos al despacho de Barkwith, dispuesto a destapar al traidor y salvar a nuestros compañeros.
Esta es nuestra historia:



Armados con denuedo y arrojo abrimos la puerta de Barkwith con un sencillo conjuro. Entramos dentro y pudimos apreciar la cantidad de lugares exóticos y gente famosa que nuestro querido maestro había conocido. Había atrapasueños gigantes, huesos de animales, retratos de sus familiares y una cabeza de alce disecada. Sobre las personalidades con quien Barkwith a coincidido solo flitraré que estuvo con los Jackson Five. Además de eso, había una mesa de caoba y algunas estanterías. Nada parece demasiado extraño.




Comenzamos a buscar infatigables, alentados por las voces de nuestros compañeros, que nos gritan que les salvemos. En su mesa muchos expedientes, donde tacha a los alumnos de homosexuales y empollones sin razón aparente. En el armario un saxofón de madera, donde guarda bolsitas de té. Un mosquetero agarra una de las bolsas de té. Sus túnicas desprenden un perfume extraño, exótico. Pero en el escritorio hay algo más interesante. Parece haber una especie de escondite encantado. Un escondite que se astilla y se comporta como las fauces de un animal, intentando apresar al valiente que acerca su mano. Con otro conjuro, este algo más complejo, burlamos la protección mágica y alcanzamos a ver un portafolios marrón. Otro mosquetero lo agarra y saca la mano antes de que la madera se regenere, atrapándole.


Intentamos salir de ahí rápidamente, pero en el momento en que nuestras manos rozan el picaporte de la puerta, el alce disecado pega un grito de alarma, alarmando a todo el mundo que estuviera cerca. Una luz azulada, como la aurora boreal, nos empuja hacia atrás, impidiéndonos salir y encarcelándonos, esperando a que Barkwith llegue. Impedimos que el sonido llegue fuera, pero nuestros esfuerzos por callar al alce son inútiles, al igual que los de intentar abrir la puerta.



Entonces, como de la nada, aparece Barkwith, con el rostro desencajado y la mirada fogosa, su piel brillaba machacante y su sola respiración amedrentaba a los asesinos. Ata a dos mosqueteros a un sillón y charla con el otro, supurando violencia en cada palabra, furioso. Le exige la bolsita de té a un mosquetero, y el portafolios al otro. Cuando los agarra, se ven varias revistas, como "Transformers" o "Punto de cruz y calceta". Nada sospechoso. Pero también se cae una revista sugerente "PlayWizard". Todos nos miramos nerviosos. El profesor nos deja libre y pactamos no decir nada a nadie. Fin de la historia.



¿Qué opinaís? ¿Qué creeís que hay en el portafolios marrón? ¿Y en las bolsitas de té?



Desaparece entre las sombras.


Garganta Profunda.

2 comentarios:

  1. ¡Barkwith es malo! ¡Nos va a matar! ¡¡Vamos a morir todos!!

    ResponderEliminar
  2. Hum, qué interesante... Creo que lo de la bolsita no era té... Quizá... fuera... ¡droga!

    ResponderEliminar