Vudú, caos y salvación

No sé por donde empezar esta historia. Como ya sabréis desde hace algún tiempo una extraña enfermedad acechaba en cada esquina del Castillo. Varios de nuestros compañeros, junto a los jefes de las casas, habían caído enfermos, y nada se sabía sobre cómo curarles. Muchas fueron las teorías sobre el origen de la enfermedad, así como los posibles culpables, y en el día de hoy por fín se ha desvelado todo. Aún tiemblo al recordar lo ocurrido. 

No podía ni imaginarme lo que iba a vivir cuando salí de mi Sala Común con la intención de devolver unos libros a la biblioteca antes de volver a casa. De camino, pasé por delante de la enfermería y me encontré frente a un espectáculo Dantesco. Toda la enfermería estaba llena de sangre. Sangre de los enfermos que tenían profundos cortes en las muñecas, y que otros compañeros intentában detener sin mucho resultado. Había dos profesoras Sviakslava, y una de ellas mantenía fuertemente agarrado al profesor Grimm. Intenté ayudar a detener las homorragias, cuando hizo aparición la directora McGonagall.

Entre todo aquel caos, logré escuchar que una de las dos Sviakslava gritaba que quería el poder y la dirección del colegio, que había sido ella la causante de la enfermedad, mediante un antiguo ritual con el que conseguiría ser la bruja más poderosa de todas, y para conseguirlo, McGonagall debía morir. Un encarnizado duelo dio comienzo entre nuestra querida Directora y una de las rusas, mientras la otra mantenía a raya al profesor Grimm. Entre todo aquel jaleo, junto con varias compañeras como Pomona Clearwater corrimos hacia el despacho de la enfermera, en su busca. La encontramos maniatada y amordazada en un rincón. Sviakslava se había estado haciendo pasar por ella todo este tiempo para llevar a cabo el ritual con los alumnos.

El duelo seguía, y los hechizos volaban a diestro y siniestro por la habitación. Entre todo aquel jaleo un haz de luz verde iluminó la habitación y el profesor Grimm cayó muerto (sí, así es, la suerte no estuvo con él en el día de hoy, todos lloramos su pérdida y le echaremos de menos), la enfermera, junto con varios compañeros, se afanaba en curar a los heridos, que no dejaban de sangrar. La Directora nos gritaba que saliéramos inmediatamente... todos la obedecimos. Corrí a la lechucería a mandar una carta de ayuda, Chus Logo y Keru Wolf ya estaban allí, y de repente... Mirenya salió de uno de los nichos y empezó a atacarnos. Fue una dura lucha, otros compañeros llegaron hasta nosotros, siguiendo los gritos, y entre todos lanzamos a la cacatúa un sinfín de hechizos que esquivaba una y otra vez. Durante uno de los ataques sufrí un fuerte golpe en la cabeza y caí inconsciente, así que lo que pasó a continuación resulta bastante confuso para mi.

He logrado averiguar después, que misteriosamente Mirenya dejó de atacar y huyo cuando uno de sus ojos empezó a sangrar sin que ninguno de la lechucería la hubiese alcanzado. Resultó que la profesora de Defensa contra las artes oscuras no era Elissandra, sino Úrsula (su hermana gemela), tenía un muñeco de vudú de Mirenya, que en realidad era Elissandra transformada en cacatúa por una maldición. Sí, ya se que es un lío, y el golpe en la cabeza que recibí no ayuda demasiado a comprenderlo, pero, imaginaos la cara de todos cuando de repente la cacatúa se transformó en una anciana delante de sus narices.

En resumen: Úrsula Sviakslava (criminal en busca y captura), se hizo pasar por su hermana gemela (Elissandra Sviakslava) a la que había transformado en su cacatúa, Mirenya, y se infiltró en Hogwarts con la intención de tomar el poder. Afortunadamente, nuestra directora Minerva McGonagall pudo derrotarla. Nuestros compañeros encontrarón todos los muñecos vudú, y lograron salvar y curar a los enfermos. Así que colorín colorado este cuento se ha acabado. En próximos artículos os contaremos más detalladamente lo ocurrido de boca de los que lo vivieron en primera persona. Hasta entonces esperamos vuestras lechuzas contándonos cómo lo habéis vivido vosotros.